A ver si será que la hemos cagado

Me produjo gran dolor de ojos el ver esta foto en El Pais del pasado día 17. En ella una madre muestra la foto de su hijo, al que han secuestrado. Sólo que no podemos ver la foto porque la han emborronado, en un ataque  de corrección política.

Tiene sentido publicar una foto de alguien enseñando una foto que no podemos ver?. Parece que el derecho a la intimidad de los menores ha pasado ha ser algo tan sagrado que pasa por encima de cualquier otra consideración. El mismo diario sin embargo, no tiene empacho en publicar tantas veces como haga falta fotos de Madeleine McCann, en una muestra de rigor periodístico sin igual

Todo esto viene a cuento porque empiezo a tener la sensación de que los fotógrafos en particular, y la prensa en general, la hemos cagado. Nos han maniatado con excusas y gilipolleces diversas y nos las hemos tragado todas sin rechistar, cuando a lo mejor lo que tocaba era defender lo nuestro y oponer un poco de resistencia. Ya hemos visto cómo, con las actuales normas, todo el trabajo de los grandes clásicos, sea Cartier Bresson o Robert Doisneau, sería hoy día ilegal, e imposible de publicar. Llegará un día -y será pronto- en que el reportaje será cosa del pasado . Tantos esfuerzos de tantos dictadores por reprimir a la prensa, y al final resulta que el secreto consistía en pedirlo cortésmente y apelar a la buena educación.

Lo dijo mejor que nadie Bertol Brecht:

Primero prohibieron fotografiar gente, pero no dije nada, porque yo sólo hacía paisaje.

Luego prohibieron escuchar música, pero no dije nada, porque yo sólo oía la COPE.

Más tarde condenaron periodistas por hacer su trabajo, pero no dije nada, porque yo aún tenía trabajo

Finalmente censuraron internet, pero no dije nada, porque yo sólo veía la tele

Ahora han cerrado el diario y trabajo en una churrería. He puesto un anuncio en ebay pero no consigo vender la cámara. Nadie la quiere.

12 Responses to A ver si será que la hemos cagado

  1. Paco Elvira dice:

    Suscribo, en un 100%, lo dicho en este post.

  2. Tino dice:

    Fenomenal entrada, Siqui. El domingo 31 publico en El País Semanal un tema sobre niños y ayer, el escritor y yo, nos pasamos el día avisando a las familias por orden del periódico, para evitar posibles demandas. Cuando me quejé de tanta precaución (ya habían firmado una autorización previa) me contestaron «es que el defensor del menor, cuando ve alguna imagen publicada políticamente incorrecta, actúa de oficio». Para mí, políticamente corecto sería, por ejemplo, dimitir cuando has utilizado un helicóptero de la Consellería de Interior tras hacerte una foto para la prensa en el aeropuerto de Lleida, y viajar a Senegal con el dinero de los contribuyentes a inaugurar una embajada que hacía 30 años que estaba abierta. O no dimitir por denunciar artículos de un Estatuto en una comunidad y apoyar los mismos artículos en otra. O dar versiones sesgadas sobre un incendio en el que murieron cinco bomberos, o… pero los políticos en nuestro país no son políticamente correctos. Son pasotas, cínicos, caraduras, y nadie dimite por nada. En cambio, ¡pobre del fotógrafo que publique la mirada de un niño, sin haber rellenado los formularios pertinentes! El peso del poder judicial y político caerán inexorablemnete sobre él y, lo más probable, es que lo arruinen. Y luego les extraña que vayamos a otros paises a ganarnos las algarrobas. ¡Si aquí son todas para ellos!

    • De modo que el 31 publicas cosas con niños y tal. Pues a ver si te aficionas a fumar, que al menos te podamos llevar tabaco a la cárcel.
      Por mi parte estoy un poco en tu situación: la mitad del trabajo que hago es para el extranjero, y, la verdad, se vive bastante más tranquilo.
      No voy a entrar en lo de los políticos por que me deprimo y hoy tengo un buen día.
      saludos

  3. Jose Rojas dice:

    Cuanta razón tienes, Siqui.
    Desde luego, la muerte del reportaje no deja de ser dolorosa, sobre todo porque es una muerte lenta, como cuando alguien deja de comer y nadie hace nada pese a que ve que se está muriendo.
    Hay veces que hago alguna foto de calle y me siento culpable de antemano porque le estoy robando la intimidad a aquel señor sentado comiendo pipas, o a aquella abuela paseando al perro, o no digamos ya a aquel niño que ve como sus padres te observan con una mirada que te condena automáticamente a sentirte como un pederasta.
    Como bien dices, el secreto era pedirlo cortésmente, pero también hacérnoslo creer a base de repetirlo hasta la saciedad. Ya no hay mayor sensor, que el propio fotógrafo.

    Un saludo.

  4. Juanjo Fdez dice:

    Qué razón tienes: «entre todos la mataron y ella sola se murio». Y lo peor de todo es que entre los culpables de todo esto nosotros, los fotógrafos tenemos un alto grado de responsabilidad, como bien señalas, por dejación. Cuando hace más de diez años tratamos unos pocos de defender la profesión desde AFORE en Madrid, no sé si alguién se acordará, las dos grandes preocupaciones eran que como había otras asociaciones no había nada que hacer hasta la «Unidad total» y que los fotógrafos noveles que estaban empezando hacían intrusismo y estaban acabando con el mercado. Y ya se pixelaban de oficio las caras de niños y policías, y ya se pasaban por el forro los derecos de autor, y ya se obedecía sin rechistar los caprichos y desatinos de los servicios de prensa de los famosos y políticos de tres al cuarto, y tantas cosas. Y aqui estamos, como bien dices, camino de trabajar en la churrería y con la cámara a la venta en ebay.
    Al menos aún queda gente como tú que lo cuenta y medios como este blog para hacerlo.
    Gracias Xiqui

  5. Alberto dice:

    Entre lo dicho en la entrada, y lo apuntado por Tino, nada más que decir…estamos apañados…

  6. pos serà que si….
    Siqui fo president

  7. Los diarios no muestran la cara de los niños, porque les supondrá un gasto económico por las demandas. Y si hay demandas no es por culpa de los diarios, es porque la gente las pone, o el defensor del menor (eso ya no lo sé).

    Por la segunda o tercera foto que publiqué en un medio tuve que declarar como paso previo a un juicio (que no llegó a ser porque hubo acuerdo previo). Todo por una foto de unos menores a quienes se les había pixelado la cara, pero que aún así se les había reconocido por la ropa y por la zona en la que estaban. Con esto quiero decir que la psicosis por la protección está en la sociedad, en los padres, no en los medios. A los medios sólo les importa que no se convierta en un gasto extra.

    Y si no, ¿por qué se publican fotos de «presuntos» delincuentes con la cara al descubierto? Si en este caso no hay que ser prudente a la hora de publicar, no sé cuándo hay que serlo…Y no parece que los medios se preocupen en absoluto!

    Y al tema de la autocensura, añadiría la que ocurre en sitios como flickr. A mi ya me han cancelado una cuenta por una foto «inapropiada». Ya me diréis cómo narices nos oponemos a algo así, porque dudo que tengamos algo que hacer…(Si hacernos un blog por nuestra cuenta, pero hablo de hacerlo dentro de flickr!).

    • A saber qué cochinadas metiste en Flickr! Que os dan la mano y os cogeis el brazo.
      La autocensura de los medios va más allá de ahorrarse un dinero. Es algo que se ha ido impregnando en la mentalidad general y afecta a todos, fotógrafos incluídos. Por eso digo que la hemos cagado, porque a ver quién es el que le pone remedio a estas alturas.

  8. AlbertoAlonso dice:

    … Y esto en el «mundo de las libertades». No hay duda de que si San Orwell siguiera vivo quemaría toda su obra por floja y previsible. Desde que desapareció la «amenaz roja» no sabemos hacia donde enfocar nuestros miedos y nuestras paranoias. En fin… llegará el día en que inventen un scaner a la entrada de los pueblos para scanear nuestras tarjetas de memoria y detectar cualquier imagen anómala o políticamente incorrecta.

    La fotografía es uno de los instrumentos (quizá el de más peso) capaz de crear un imaginario colectivo, quizá sea más comprensible el miedo que se le tiene y la necesidad de un control férreo sobre ella (hasta el punto de que nosotros mismos nos apliquemos nuestra propia autocensura). ¿Soluciones?… ¿qué tal se vivirá en Marte?…

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